Hoy en día sabemos que hacer ejercicio es bueno para la salud, nadie lo duda. Hace 100 años, si hubieses visto a alguien corriendo por la calle, hubieses dado la voz de alarma, porque aún no conocíamos los beneficios del ejercicio. A mediados del siglo pasado, un científico llamado Jerry Morris descubrió que el ejercicio mejoraba la salud física, y ésta fue la base para que 25 años más tarde se empezara a practicar el “jogging”, después vino el “running”, y el “trekking”, etc. Hoy en día, si alguien pasa corriendo por delante de tu casa, todos sabemos que está haciendo ejercicio, y que el ejercicio es bueno para la salud.
Podríamos entonces preguntarnos ¿Qué estamos haciendo para mejorar nuestro bienestar más allá de lo físico? ¿Qué estamos haciendo para tener una buena salud emocional y espiritual? ¿Qué estás haciendo para mejorar tu vida en pareja? Después de cumplir con todas tus responsabilidades en el trabajo, y con tus hijos, ¿Cuánto tiempo apartas para explorar estas preguntas? Por lo general, no hacemos todo lo que podríamos hacer, y posiblemente esto se debe a que muchas de las prácticas que podrían tener estos beneficios, no son aún consideradas como habituales en nuestra sociedad. Sin duda, hoy ya tenemos muchas opciones, entre ellas participar en un Círculo de Parejas.
Estos círculos son importantes porque con ellos estamos recuperando la sabiduría y el conocimiento que nos pueden abrir las puertas a una vida en pareja más plena. En vez de esperar a una crisis, al conflicto, al desamor, podemos optar por aprender a nutrirnos y a cuidarnos mejor, participando una vez al mes en un círculo de parejas donde se explora la dimensión emocional y espiritual de la pareja. Nuestra sociedad occidental tiende a ser reactiva; cuando surge un problema, buscamos la solución. Con el tiempo hemos visto la virtud de prevenir en vez de sufrir. Justamente el ejercicio físico es una práctica preventiva para mantener nuestro cuerpo sano. De la misma forma, también podríamos encontrar formas de nutrir el bienestar de nuestra pareja. No regamos las flores cuando ya están marchitas. Hay que tomar la iniciativa y experimentar.
Por lo general, la idea que se tiene del hombre, y por tanto nuestro condicionamiento, es que tiende a ser pragmático y a evitar profundizar en lo emocional o espiritual. Sin embargo, la condición humana vale para hombres y mujeres. De acuerdo a numerosos estudios de psicología positiva, la felicidad de tanto hombres como mujeres depende de la calidad de nuestras relaciones. Lo que hemos visto al facilitar este tipo de círculos es que los hombres pueden llegar a implicarse tanto como las mujeres. En estos círculos se crea un espacio seguro y cómodo para experimentar emociones, consiguiendo renovar nuestra conexión espiritual, mejorando nuestra comunicación en el día a día.
Os invito a que experimenten con la idea de participar en un Círculo de Parejas, a tomar la iniciativa para no dejar de cuidaros y nutriros mutuamente y frecuentemente. Si no estáis completamente cómodos con esta idea, recuerda que el crecimiento está siempre fuera de tu zona de comfort.
Si te interesa participar en uno de estos Círculos de Parejas que nosotros llamamos Círculo de Lunas y Soles,
Javier Muñoz Mendoza
Co-fundador de Delivering Happiness España.
Coach líder y alquimista de la felicidad.