Este fue nuestro encuentro de Mujer Raíz en la Riviera Maya. Aquí resonamos juntas en una misma vibración. Viendo las imágenes de lo vivido conecto con la gratitud y la felicidad de saber que cada día somos más, más grandes, más hermosas, mas unidas, mas sabias, mas sincronizadas, mas serenas, más auténticas, más...más y más…..Feliz de mirarme en cada una de vosotras y verme reflejada en tanta belleza.
Gracias Mujeres, Gracias Mar por hacer posible este encuentro, estoy con el corazón iluminado y llenito de mágicas experiencias. Les deseo hermanas que cada día el gran útero rojo se expanda llevando bienestar a vuestras vidas. Aquí estamos para lo que sea, para apoyar, orientar, difundir somos un gran tejido y estamos para apoyarnos. Que sigamos compartiendo y reconectando con las raíces del amor. Siento mucha fuerza femenina, fuerza interior, fuerza de la tierra, fuerza del amor... Gracias hermanas! Por todas nuestras relaciones. Aha! Maribel - Shakti
Abajo les comparto una hermosa reflexión de una hermana May Rodríguez Santana de Mujer Alquimia donde expresa todo lo vivido en nuestro encuentro de Mujer Raíz en México hace unos días. Después de leerlo no podría expresarlo mejor. Gracias May por este bello sentir y por plasmar en palabras lo que mi alma también siente.
Más de cien mujeres reunidas en torno a un lugar sagrado, abriendo nuestros corazones a la sanación, elevando nuestro rezo, nuestro propósito hacia un lugar común. Hermandad, Sabiduría, Paz, Conciencia, Amor, Dualidad, Complemento. Amanecimos juntas, en medio de la selva, entre pájaros que le cantan a los primeros rayos de luz.
El fuego, presente día y noche, velado y cuidado por hermosas mujeres , serpientes que se mostraban cruzándose en nuestro camino, alacranes, arañas e incluso monos aulladores acompañándonos en el descenso hacía un lugar mágico, en el que sembramos nuestras semillas de vida.
Conectamos con la tierra, llegando a ser una con ella, recibiendo sus mensajes, agradeciendo su cuidado amoroso, la protección que nos brinda y la abundancia con la que nos envuelve, ya es hora de devolverle lo que le pertenece, de cuidarla con respeto y amor, tal y como lo hace ella con nosotras, de restablecer el equilibrio natural,dar y recibir, la simbiosis perfecta. La vida comienza y termina en el mismo lugar, la tierra, la pachamama.
Antes del amanecer, a plena luz del sol o en medio de la noche cerrada, nuestro cuerpos desnudos, recibían las aguas dulces del cenote, purificando nuestro miedos, inseguridades, limitaciones, carencias, para salir de el renacidas, con más confianza en nosotras, amándonos un poco más, aceptando nuestras limitaciones y carencias como parte de nuestro ser, sintiéndonos capaces de trascenderlas, con un objetivo claro en el que centrar nuestra energía. Recordamos...,recordamos quienes somos al volver a la esencia, al despojarnos de lo que nos pesa, cuando disfrutamos de cada instante como si fuese el último, cuando nos rendimos a la evidencia de la existencia de un plan ya trazado y aceptamos que todo está bien, que nuestras vivencias tienen un sentido, no es casual, simplemente es necesario para nuestra evolución.
Acompañadas, entre el calor en el que las abuelas nos envuelven , una guía amorosa cuidando de que todo fluya, cantos que salen del corazón, apertura, acompañamiento,apoyo, recorrimos un sendero de altos y bajos, de emociones que se desbordan, de sentimientos encontrados. En nuestro interior tenemos la firme convicción de que es necesario,pero nuestra mente intenta sabotearnos una y otra vez. Salir de la zona de confort y enfrentarnos a nuestros temores y así llega el momento en el que te rindes a la incomodidad, a las necesidades físicas, te rindes ante tus miedos.
Es entonces, cuando comenzamos a ser conscientes de que en el momento en el que tienes el valor de trascenderlos, no son tan terribles como imaginabas y de que somos capaces de lograr todo aquello que soñemos, actuando en coherencia con nuestro sentir. Al recordar lo que somos, despertamos a la vida, sintiéndonos en paz con el medio que nos rodea, agradeciendo a cada paso las experiencias vividas,y desde ahí, desde nuestro centro compartimos con los demás desde la plenitud. Solo necesitamos el valor para despertar, despertar nuestra sabiduría interior.
May Rodríguez Santana Mujer Alquimia