
La Magia de la Muerte
Relatos Personales sobre la Transición de mi Hermano
Relato 8
El Encuentro con una Vidente en Colombia
Al día siguiente fuimos temprano a la cita con la mujer vidente. Estábamos ansiosas ya que existía la posibilidad de comunicarnos más directamente con mi hermanito.
Hace unos años cuando aún vivía en NY, conocimos a una vidente, una mujer colombiana que con solo verte o con una foto, te hablaba de lo que estabas viviendo o de lo que ibas a vivir en el futuro. Era impresionante, todo lo que nos dijo sin conocernos ocurrió. Nunca olvidaré a esa mujer. Yo solo la vi una vez y nunca olvidaré su mirada y la energía que transmitía. Mi madre la visitó tres veces a lo largo del tiempo.
Esta sería la segunda vez que iba a visitar a una mujer con este tipo de dones. En su caso, su especialidad es comunicarse en el plano espiritual. Hay miles de charlatanes, pero estas dos mujeres eran serias y tenían un don excepcional. Para escribir este relato escuché un archivo de audio de la sesión que grabó mi hermana con su móvil sin yo saberlo. Mi hermana me lo envió por correo electrónico en diciembre del 2018, y finalmente lo escuché unos días atrás. Temía que al volver a escuchar lo que pasó en esa sesión, dejara de percibir la magia de lo que me transmitió mi hermano en ese momento en persona. Considero que esa sesión fue sagrada para mi por lo trascendente, tanto así que encendí una velita blanca y junto con Javi empezamos a escuchar el audio. En este relato explico lo que nos dijo esa señora directamente sin interpretaciones. Cuando empecé a escuchar su voz reviví la misma experiencia intensa que experimenté en persona. Me generó la misma tensión en la cabeza que sentí cuando esa señora empezó a comunicarse con mi hermano.
Cuando vi a esa mujer, me impresionó su mirada cristalina. Con su mirada ella accedía al misterio de la vida y la muerte y a la vez transmitía una profunda paz. Nunca había visto unos ojos así. Ella era mayor, pero recuerdo que su piel era como de porcelana. Lo que también me llamó la atención era que tenía una voz quebrada que vibraba de una forma peculiar. Entramos a una sala muy cálida y agradable que estaba decorada con imágenes de ángeles. Nos pidió que nos sentáramos en unas sillas en frente de ella. Ella no nos conocía. Mi madre solo le dijo que su hijo había fallecido hacía 4 meses en un accidente de coche, le dijo su edad y nada más.
Dijo que para comenzar nos cogiéramos de las manos, que pensáramos en él con amor y con alegría por todo lo que había vivido, sin juzgar cómo había vivido. Estuvimos uno o dos minutos en silencio agarradas de las manos, y luego ella dijo: Es un hombre muy lindo y alegre. Me dice, “Esta es la única forma que las puedo reunir" y se ríe. Dice, “no pudimos comer el pavito…” A mi hermano le encantaba cocinar para el Día de Acción de Gracia. Normalmente el se encargaba del pavo, entre otras cosas. Ese año él lo hubiera celebrado junto a mi hermana menor y su familia.
La señora tenía la mirada puesta detrás de nosotras. Era como si mi hermano estuviese ahí y ella lo pudiera ver. En alguna ocasión me giraba para ver si podía ver algo. Como es de esperar, no lo logré ver. Lo que sí me ocurrió fue que empecé a sentir un leve dolor de cabeza, como una tensión, en el momento que ella empezó a comunicarse con él. Lo recuerdo porque coincidió con el momento en que empezamos a comunicarnos con él, y luego al salir de ahí, la tensión se desvaneció.
La señora, en un momento dado, miró en dirección a mi madre y le dijo: “Estoy muy tranquilo porque estoy en un sitio muy bonito, tengo mucha paz en mi alma”. “Mi muerte fue repentina, tal vez porque así estaba escrito, o tal vez porque yo no quería ser un viejo caprichoso y estorboso, necio y cochino". La señora comenta que él se reía. “Saben que yo siempre quería mantenerme muy limpio”. La señora comenta que es muy bromista. Todas estábamos muy sorprendidas porque mi hermano siempre decía que él no quería llegar a ser anciano, que él quería morir antes.
Luego, la señora me mira y me dice, “quería ir a jugar a una isla para ir en barco”. Cuando dijo esto empecé a llorar. La última vez que hablé con mi hermano planificamos su visita junto con mis padres a Mallorca, la isla donde vivo. También teníamos el plan de ir todos juntos de crucero porque era un sueño que tenían mis hijos. Mi hermano tenía muchas ganas de ver a mis hijos y jugar con ellos.
Ella continuó hablando mientras miraba en mi dirección, aunque parecía enfocarse en un punto detrás mío. Dijo, “ten seguridad en ti misma, no tengas miedo, todo es como tu lo ves.” Yo empecé a llorar porque con esas palabras él confirmaba mis interpretaciones de las sensaciones, sincronicidades, y sueños que había tenido. Mi hermano validaba así que lo que había vivido tras su transición era tal y como lo había sentido en mi alma. Y aunque en mi corazón estaba segura del significado de todas mis vivencias, su confirmación transmitida por medio de esta mujer fue muy importante para todas. La señora continuó y dijo, “tienes razón, llevábamos tiempo sin hablar como antes, pero dice que él siempre ha querido ser tu hermano y siempre ha creído en ti”. Dice, “que estés contenta de lo que eres y lo que vives... Que te quiere y que le perdones sus desprecios de lo que haces”. Cuando escuche esto lloré como una niña pequeña. Interpreté que se refería a mis actividades en torno a la facilitación de ceremonias de rito de paso y lo sagrado femenino. Como comenté en un relato anterior, supe que mi hermano se reía porque no entendía las ceremonias que hago en Templo Femenino. Saber que ahora el entiende y aprecia lo que hago, tiene un gran significado para mi. Sentía una inmensa gratitud por haber recibido estos mensajes de mi hermano.
La señora continua y mira a mi madre y le dice que la amaba, que el accidente fue fatal, pero no sufrió. Dijo que no estaba enojado con nadie porque él piensa que Dios le hizo un favor, porque este era su momento. “Mi muerte fue justo cuando tenía que ser y ya entendí porqué”. La señora nos dijo, es posible que no entiendan lo que él dice. Lo que dice es muy profundo, tiene que ver con el destino de su alma. Dice que fue muy feliz, también dice que ese día él no iba a salir, lo dudo, pero lo hizo, y no se culpa, no culpa a nadie. La señora hizo una pausa y dijo que mi hermano era un muchacho muy noble. El dice que lo aprendido de vosotras.
Dice que todos en su casa son nobles, sus hermanas, padres, siempre lo han sido, que dieron lo máximo que pudieron dar. Dijo que tuvo la oportunidad de ir por mal camino, “siempre me equivocaba, y después me echaba para atrás”. También dice que muchos amigos lo mal lloraron, que solo tuvo 5 buenos amigos, y eso le ayudó y mucho. El ya es consciente y sabe escoger amistades. Dijo que Dios se lo llevó antes de equivocarse.
La señora continuó diciéndole a mi madre… Tu hijo fue una víctima de la irresponsabilidad, pero el siente que murió a tiempo. Este es un dato importante, dijo ella, porque él lo ha repetido varias veces para entender su muerte. Luego la señora preguntó si hay cualquier cosa pendiente para preguntar. El no manifiesta nada pendiente. Es bello y tierno, me encanta este muchacho dice la señora. Él está lleno de amor.
Luego la mujer mira en la dirección de mi hermana, Jessy y le dice: "Tu eres una Berraquita, demuéstralo". (Berraca es una palabra colombiana que quiere decir valiente.) También le habló de su pareja Gabriel. “Déjalo que pelee solo” seguido por "yo siempre cuidaré de la niña". Cuando ella nació yo fui muy feliz. Todos interpretamos que se refería a mi sobrina mayor Saiya. “Dice que quería ayudarte en la casa”... Como en un cambio en la casa o algo así… También dice que te quedó debiendo algo. Jessy nerviosa y sin saber de qué se trataba, le dice a la señora, "no sé qué puede ser? el alquiler"?… La señora continúa y le dice que tenía unos planes que quedaron por hacer. Mi hermana recordó los planes que tenían para celebrar su cumpleaños en NY. Ella cumplía 30 años en 2 meses. Jessy pensaba que lo que mi hermano le debía podría ser eso. Sin embargo, la señora insistía que se trataba de algo de hace meses. Le dijo que lo pensara para poder liberarlo de eso... Dijo que era una cuestión de pactos, secretos, complicidad, algo que él prometió y que no pudo cumplir.
La señora le habló también a mi hermana de una isla y un barco. Jessy estaba muy confundida, no entendía, pensó que podría tratarse de viajar a Puerto Rico que es de donde es la familia de su marido. Jessy le solía decir a Jairo que tenían que ir juntos a Puerto Rico. Ella le contaba lo bien que lo pasaron en la isla y que seguro le encantaría. Mi hermana nunca podría haberse imaginado a lo que se refería la señora...
El caso es que el marido de mi hermana, Gabriel, y mi hermano estaban planeado una sorpresa para Jessy. El plan era aprovechar que todos ellos viajarían a Colombia en diciembre, y como mi hermana no había estado en Cartagena de Indias, la idea de mi hermano era que ellos fueran ahí. El ya había estado varias veces en Cartagena y le encantaba hacer excursiones a las islas que están cerca. Mi hermano había hablado de Cartagena varias veces y quería que Jessy fuera...
Jessy hizo todos los planes para los días que estarían en Colombia, pero Gabriel le pidió que reservara un fin de semana para ellos solos. Mis padres cuidarían a las niñas y ellos irían a un lugar cerca de Medellín a pasar un fin de semana romántico. Eso si, le dijo que empacara un bañador.
Nosotros no sabíamos nada de esta sorpresa. Cuando llegamos a casa y le contamos a todos lo que la señora nos había dicho, Gabriel se sorprendido, nos llevo a un lado, y sin que Jessy se diera cuenta, nos contó acerca de la sorpresa y nos dijo que Jairo había participado en la organización del viaje.
El día de la sorpresa, cuando ella se dio cuenta que estaban llegando al aeropuerto, Gabriel grabó en video su reacción. El le dijo a donde iban, y en ese momento Jessy entendió lo que mi hermano le transmitió por medio de la señora cuando se refería a una isla, a un barco, y también a pactos, secretos, y complicidad. Mi hermana nunca se hubiera imaginado que irían a Cartagena durante ese viaje a Colombia.
Otra señal significativa es que mi hermano había hecho reservaciones para Gabriel en un hotel y la habitación que les tocó fue la 803, el año y el día que mi hermano nació. Jessy lo vivió como un mensaje de mi hermano que le dejaba saber que estaba feliz por haberlo cumplido. Gabriel luego le enseñó a Jessy todos los mensajes que Jairo le había enviado para ayudarle a organizar este viaje para celebrar los 30 años de ella. Mi hermana estaba muy conmovida con todo esto. Toda esta experiencia para ella también fue muy importante y le trajo mucha paz porque, como en mi caso, sintió que todavía de alguna forma podríamos tener una relación con mi hermano.
La señora terminó diciéndole a mi hermana, “te dice que te cuides y que cuides tus sueños, y tu capacidad”. Yo sentí que él se preocupaba por Jessy y la quería cuidar. Hubo una pausa y la señora dijo que mi hermano se iba. Después de estar ahí casi media hora, mi madre con una voz de desolación y con mucha tristeza, repitió “¿Se va ya?”, como si no quisiera que terminara este revelador y emotivo encuentro. La señora dijo que él se iba de aquí ahora, pero que no se iba del todo todavía... Dice, gracias por todo el amor, tiene mucha tranquilidad y amor. Terminó diciendo ¡Sean felices, sean felices, las amo!
Recuerdo que al salir de ahí tuve la extraña sensación de haber mantenido una especie de llamada telefónica con mi hermano. Fue una de las experiencias más maravillosas que mi hermanito, y esa señora que hizo de canal, nos pudieron regalar.
Tatuajes en Honor a mi Hermano
Como mencioné en el relato de la mariposa, el 26 de diciembre, mis hermanas y yo nos hicimos un tatuaje de una mariposa en honor a mi hermano. Quiero recordar ese día porque para mis hermanas y para mi fue un momento especial y lleno de simbolismo.
Empiezo remontándome al 2006 cuando fui a Nueva York a pasar las navidades con la familia. En ese entonces, toda mi familia vivía ahí y yo hacía 3 años que vivía en España. Para esas navidades quise regalar a mis hermanos algo diferente. En ese momento de mi vida practicaba Yoga diariamente y tenía el plan de ir a India a hacer la formación de Hatha Yoga por lo que el símbolo y el significado de OM me encantaba. Que es la vibración eterna, el sonido eterno y el yo eterno. Intenté que mi regalo de navidad fuese original. Les dí una carta a los tres detallando el significado de este símbolo sagrado y una propuesta de hacernos los cuatro un tatuaje de este bello símbolo para honrar nuestra hermandad. Mi hermano y yo ya teníamos un tatuaje pequeño que solo se podía ver cuando usamos bañador. Mis hermanas no tenían tatuajes por lo que no sabía si se animarían a aceptar este regalo. Tampoco estaba segura de que el símbolo OM fuese del gusto de todos, por lo que incluí otras opciones, en todo caso, se trataba de hacerlo juntos. Deseaba que esto fuera una experiencia bonita que nos uniera aún más. Felizmente, a los tres les gustó mucho la idea del OM tatuado y decidimos ir el 31 de diciembre antes de la fiesta de fin de año al Village en Manhattan y hacerlo juntos.


El tatuaje de OM que nos hicimos los 4 fue un momento de conexión entre hermanos y como mi hermano luego se aficionó al arte del tatuaje, mis hermanas y yo decidimos que en su honor viviríamos esa experiencia tan bonita de nuevo haciéndonos un tatuaje de una mariposa monarca. Queríamos que fuese una mariposa monarca para recordar el significado de lo que conté en el Relato de la Mariposa.
Mi hermano se convirtió en un fanático de los tatuajes en los últimos años. Se hizo varios con un excelente artista colombiano. Nosotras aprovechamos que estábamos juntas en Colombia y contactamos al mismo artista para que nos hiciera el tatuaje de la mariposa monarca. Dadas las fechas navideñas, nos costó conseguir cita con él, pero al final lo conseguimos. Era importante que fuese con el. Yo aproveché y también me hice el tatuaje del símbolo del infinito porque tiene una forma de ocho acostado, y como recuerdan el número ocho estuvo muy presente en toda esta historia, y todas las vivencias que me recordaban que nuestro espíritu es eterno e infinito.
Mi padre nos llevó y nos acompañó durante horas. El chico solo nos atendió a nosotras ese día. Mientras elegíamos la mariposa, el nos iba contando las anécdotas y razones detrás de los tatuajes que mi hermano elegía. Fue un día lleno de emoción, y aunque no sentí ninguna señal corporal, ni sincronía, él estuvo presente. Pudimos honrarle haciendo lo mismo que nos había unido tanto a los cuatro hermanos en las navidades del 2006 y ahora estos tatuajes de mariposa y de OM lo recordarían para siempre.


Tributo desde el Aire para mi Hermano
Como era de esperar, mi hermanito estuvo presente durante la noche de navidad. Encendí más velitas para su altar donde teníamos sus cenizas en el salón. Después de la cena de nochebuena no teníamos plan de bailar, estabamos solo nosotros, mis padres, mis hijos, todos mis sobrinos y hermanas, pero como suele pasar el baile llegó de manera espontánea. Celebramos las fiestas navideñas como le gustaba a mi hermano. Mis padres disfrutaron al ver que lo pasabamos bien aunque ellos no bailaron. En esa íntima fiesta navideña sentí una profunda conexión de amor por mi hermano y por toda mi familia. Sé que él estuvo ahí, viéndonos disfrutar con alegría y mucho amor. También en la mañana del 25, mientras los niños abrían sus regalos, sentía que él nos acompañaba.
El 27 de diciembre, ya con nuestros nuevos tatuajes de mariposa, nos fuimos a volar en parapente por las hermosas montañas de Medellín. Llevamos sus cenizas con la intención de lanzarlas en esas montañas que lo vieron nacer y que él tanto amaba. Queríamos hacerle también este hermoso homenaje como lo hizo su amigo Jorge en las montañas nevadas de Austria. Curiosamente mi hermano había reservado sus billetes de vuelo para llegar a Medellín ese día, para asistir al encuentro familiar de mi madre y para pasar año nuevo con mis padres.
Para mi este homenaje fue doblemente simbólico porque también hacía 10 años exactos que yo le había regalado a mi hermano por navidad un vuelo en parapente con la misma gente con la que volamos ese día. Yo ya había volado en parapente en los Alpes franceses, y sabía que mi hermano tenía ganas de saltar en paracaídas. Busqué en Medellín pero no encontré nadie que ofreciera esa experiencia cerca de la ciudad. Sin embargo encontré la opción del parapente que sabía que disfrutaría igualmente. Recuerdo ese día con cariño, volamos todos: Él, Ana, con quien estaba aún de novios, mi hermana Jessy, y yo. Después de esta primera experiencia, mi hermano tuvo muchas aventuras de este tipo, saltó de un avión, hizo “bungee jumping” y puenting en lugares exóticos. Le encantaba hacer actividades de riesgo.

Organicé todo desde España sin saber que volaríamos el dia que mi hermano tenía previsto viajar a Medellín. Yo pensé que llegaría antes a Colombia para pasar nochebuena con mis padres, pero no podía viajar antes. Cuando llegamos al lugar del parapente nos recibió muy cariñosamente Rubén Darío, el mismo hombre con el cual habíamos volado 10 años antes. Yo ya le había explicado lo sucedido. El nos llevo hasta arriba donde llenamos las planillas. Luego nos indicó el sendero por donde subiríamos para llegar a la montaña donde nos estaban esperando los muchachos con los que volaríamos. Antes de empezar nuestro ascenso, me fije en un perro que estaba con nosotros, pensé que era el perro de Rubén o de alguno de los chicos que estaban ahí.
Empezamos a subir por el sendero que nos llevaría a la cima desde donde nos lanzaríamos, y el perro subió con nosotros indicando el camino. Iba solo por delante nuestro y parecía saber por dónde teníamos que ir. Fue algo muy curioso. Cuando lo vi tan dispuesto, subiendo con nosotros tuve la sensación como si ese perro nos conociera. Era un perro grande que emitía una energía de tranquilidad. De hecho, se parecía a uno de los perros de mi hermano que murió en el accidente. Este perro nos acompañó durante toda la subida y luego se quedó con nosotros mientras esperábamos nuestro turno para volar en el parapente. Yo le pregunté a uno de los muchachos si sabía de quién era el perro, y me dijo que era de un amigo de él. También me dijo que le parecía curioso que no estuviera con su amigo, y que no recordaba haberlo visto tanto tiempo con personas desconocidas. El perro estuvo con nosotros casi todo el tiempo y cuando ya todos habíamos volado, se fue y no lo volvimos a ver.


Volamos todos, hasta mi hijo de 8 años, todos mis sobrinos, y mis dos hermanas. Mis padres se quedaron en tierra por que no les gusta las alturas. Desde tierra vieron cuando sus tres hijas lanzaron las cenizas de su hijo. Teníamos unas radios transmisoras que nos prestaron los chicos para comunicarnos entre nosotras durante el vuelo y también con los que estaban en tierra. Así mis padres podrían saber el momento en el que lanzaríamos las cenizas. Como se pueden imaginar, fue un momento muy emotivo para todos. Dejé que mi corazón hablara en ese momento, dediqué unas palabras muy sentidas en pleno vuelo, que transmití por radio para mis padres y hermanas honrando a nuestro Jairo, lanzando en su bella tierra sus cenizas.
