Siempre me han gustado todo tipo de ceremonias y rituales. Desde que era muy pequeña en scout alucinaba con las ceremonias en los fogones, donde algo mágico pasaba. Toda mi vida he practicado rituales por mi cuenta y con amigas espontáneamente y siempre he sentido un vacío en la cultura en relación a los rituales y las ceremonias. Hace muchos años que empecé a conectar con mi ciclo lunar, a conocer mis ciclos, a entender la menstruación como el regalo que es y aprendí a usarlo a mi favor. Desde entonces siempre estoy predicando a mis amigas la importancia de nuestra sangre, la conexión con nuestro cuerpo, nuestra ciclicidad, etc… Pero cuando descubrí que existían las ceremonias de ritos de paso… bum! mi cabeza explotó, mi corazón empezó a latir muy rápido y sentí como todas mis células vibraban con una información que creo mi cuerpo reconocía.
Creo que estas ceremonias más que importantes son fundamentales. Creo que es muy importante celebrar estos momentos de transición tan importantes de una forma más consciente, con sentido y con la gente cercana. En la vida ajetreada que llevamos hoy pocas veces nos damos tiempo para parar. Para mi estas ceremonias son un alto en el camino, para re-unir la atención en pos de un motivo y con una intención. Honrar el proceso que se está viviendo, entendiendo que hay un antes y un después, congregar a tus seres queridos en un círculo donde la energía e intención que se ponga se potencie, invocar a las ancestras y a la sabiduría de cada una de ellas que reside en nosotras, conectar con el cuerpo y recordar que es perfecto y que sabe parir como cualquier mamífera… simplemente lo encuentro mágico y empoderador. Creo que es un regalo para cualquiera que tenga la oportunidad de participar en estas ceremonias y sentir la energía potente y llena de amor que se mueve.